Recuerdo aún claramente que cuando era muy chico disfrutaba de las tardes de cine o cine en su casa, por cierto en blanco y negro, recostado sobre la alfombra y a un costado un sabroso pan con mantequilla, ojalá con un vaso de coca cola.
Que tiempos, esos cuando se tiene todo el tiempo, cuando la vida gira lento y los segundos son eternos.
En Angol, solo habia 1 canal de Tv, (Televisión Nacional; tardíamente llego canal 13) después de todo era bien fome, pero era lo que había; con especial cariño recuerdo a la Tía Patricia y preguntón (el Buzón), el libro gordo de Petete y aquel maravilloso programa que era el Jappening, que bueno era, todos los domingos a esperarlo en familia y disfrutar de unas buenas y no siempre inocentes parodias. (que buena la canción)
Innegable era pasar tardes enteras en compañía de Tom y Jerry y claro, el Chavo.
En fin, todo lo anterior me hace pensar en porque algunos se afanan en asignarle un valor educativo a la televisión, soy un convencido que la televisión solo es para entretener, para educar y aprender hay otras instancias, antes solo era posible aprender en la escuela, el colegio o el liceo, ahora…….. hay muchas más formas y mecanismos que lo permiten.
Pastelero a tus pasteles y televisión para entretener.
inolvidables las tardes de domingo con le japening con ja y un ulpo de harina tostada jaja